Una persona llega al hospital con un ojo muy inflamado y completamente cerrado, producto de un accidente de tránsito. El doctor lo trata, le alivia el dolor y le coloca un abultado esparadrapo que le tapa el ojo completamente. Luego le da las correspondientes indicaciones. El paciente pregunta: ¿doctor, y no iré a perder el ojo?. Bueno, responde el doctor, eso depende de usted, yo se lo puse en el bolsillo de la camisa.
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